En
España fue Matilde Ucelay nuestra
primera arquitecta, su excelencia y constancia fueron premiadas al recibir en el
año 2004 el Premio Nacional de Arquitectura, otorgado anualmente por el Ministerio
de Vivienda a “aquellos arquitectos cuya
aportación sobresaliente y continuada, realizada fundamentalmente en España, y
valorada con criterios objetivos, haya puesto de relieve los aspectos sociales,
económicos, estéticos y tecnológicos de la arquitectura".
Pero, ¿quienes
fueron las que la precedieron?
La segunda que
terminó los estudios de arquitectura en nuestro país fue Rita Fernández Queimadelos, también desconocida por el gran público. Nació en 1911 en La
Cañiza (Pontevedra) y estudió dos cursos de Ciencias Químicas en la Universidad
de Santiago de Compostela desde 1928 a1930. Se trasladó posteriormente a la mítica
Residencia de Señoritas de Madrid e ingresó en la Escuela de
Arquitectura en1932, terminando en 1941. Arquitecta en Regiones Devastadas -Madrid
(1941-1946)- interrumpe su actividad profesional
al nacer su cuarto hijo. La reanuda al trasladarse a Murcia en 1954 donde
trabaja como Arquitecta Escolar provincial, Arquitecta Municipal de Mula,
Arquitecta de la inmobiliaria C.R.I.S.A. y, además, ejerce libremente. Vivió en
Barcelona donde se jubiló en 1974., siendo una avezada internauta hasta
su fallecimiento
María Juana Ontañón fue la cuarta mujer en obtener el
título de arquitectura en España y quizás la primera en ejercerla de manera
efectiva. Casada con el también arquitecto Manuel López-Mateos, compartió con
él su vida y su profesión. Formaron juntos una pareja pionera para su época en
nuestro país, manteniendo ella en todo momento, dentro del estudio, su
independencia y su enorme personalidad creativa, radical, tenaz y positiva. Alumna
de Luis Moya, colaboró con él en el proyecto de la Universidad Laboral de
Gijón. También colaboró en el diseño del Plan General de San Sebastián y en el
Plan Vidagor de Madrid así como en
multitud ddificios de viviendas y turísticos en la costa del Levante
españo
Mujer
culta, apasionada, gran polemista, viajera incansable y excelente dibujante, su
personalidad polifacética y gran curiosidad le hizo interesarse por temas tan
diversos como el dibujo al guache y a la acuarela, la fotografía, el bordado,
la botánica, las tradiciones y vestidos populares y otros muchos, quizás en la
tradición universalista de la Institución Libre de Enseñanza donde se formó en
su juventud. De todos ellos nos ha dejado excelentes ejemplos. Junto con la arquitectura y su familia, su otra gran pasión fue el
deporte, practicando, entre otros, el esquí y el rugby, del que fue impulsora y
donde hizo amistades que la acompañaron toda su vida.